La inflación en Nuevo León ha mostrado un notable incremento durante 2023, situándose en un 6.18% al cierre de septiembre, un nivel superior al observado en el mismo periodo del año anterior y al promedio nacional. Estos datos, revelados por el Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), sugieren una dinámica inflacionaria particular en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM), donde el costo de vida ha afectado de forma importante a las familias locales, sobre todo a aquellas de menores ingresos.
Aumento en comparación con años anteriores
Según el CIE, la tasa de inflación del 6.18% registrada en septiembre de 2023 en el AMM representa un aumento considerable frente al 4.16% observado en septiembre del año pasado. Este nivel de inflación está muy por encima del registrado en 2020, cuando se situó en un 3.74%. Esta aceleración de la inflación refleja una combinación de factores económicos y sociales, los cuales han incidido en el costo de diversos bienes y servicios esenciales para los habitantes de Nuevo León.
Mientras tanto, el promedio nacional de inflación en septiembre se situó en 4.58%, un dato que, aunque menor que el de la región, sigue mostrando la presencia de presiones inflacionarias en el país. A nivel nacional, estas cifras confirman una moderada disminución en el ritmo de incremento de los precios, ya que el índice general se había colocado en un 4.99% durante agosto, mostrando así una ligera desaceleración.
La inflación elevada en el AMM responde, en gran medida, al incremento en los precios de productos básicos y servicios como alimentos, bebidas, transporte, vivienda, e incluso ciertos productos agrícolas. El CIE destaca que estos bienes y servicios afectan directamente el presupuesto de las familias de menores ingresos, lo que significa que los impactos de la inflación se sienten con mayor intensidad en los hogares con menores recursos.
Impacto en los sectores de consumo
La inflación en Nuevo León ha impactado principalmente en el grupo de alimentos, bebidas y tabaco, un sector clave para los consumidores. Este grupo experimentó un alza de 1.83% en septiembre, siendo uno de los rubros con mayor encarecimiento en la entidad. Dentro de esta categoría, el aumento en los precios de productos básicos como la papa, la zanahoria y el limón ha sido significativo, generando una presión adicional en el gasto de las familias regias.
La tendencia al alza no se ha limitado solo a los alimentos. El reporte del CIE indica también un aumento en el costo de otros servicios esenciales, como el transporte y la vivienda. En el caso del transporte, el precio de la gasolina es uno de los principales factores de encarecimiento, afectando a aquellos que dependen de sus vehículos para desplazarse. La vivienda, otro rubro fundamental, también experimentó un alza en sus precios, lo cual repercute en las familias que deben cubrir gastos relacionados con arrendamientos o mantenimiento.
En este contexto, las familias de menores ingresos se han visto especialmente afectadas, pues de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para estrato bajo y marginal, la inflación anual que afrontan estas familias se ha situado en un 5.828%. Esto significa que, aunque su nivel de inflación es ligeramente inferior al general, siguen siendo las más afectadas debido a que gran parte de su ingreso se destina a cubrir necesidades básicas, cuyo precio ha aumentado de forma considerable.
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Productos con descenso en sus precios
Aunque la inflación ha impactado en la mayoría de los sectores de consumo, algunos productos y servicios experimentaron una ligera reducción en sus precios durante septiembre. Entre estos destacan ciertos bienes de consumo duradero, como materiales escolares, mobiliario doméstico, ropa, y artículos de cuidado personal.
En el caso del rubro de educación y esparcimiento, por ejemplo, los materiales escolares, tales como libretas, mochilas y otros insumos básicos para el ciclo escolar, presentaron una disminución en sus precios. En el grupo de muebles, aparatos y accesorios domésticos, también hubo una reducción en el costo de ciertos productos, como colchones y comedores, lo cual representa un respiro económico para las familias que necesitan renovar estos bienes de uso prolongado.
Por otro lado, el grupo de ropa y calzado también mostró una baja en los precios de artículos como pantalones de mezclilla para hombre y mujer, así como zapatos de piel. Estos productos, aunque no de primera necesidad, forman parte de las compras recurrentes de las familias, y su reducción en precios representa un alivio ante el contexto inflacionario.
En salud y cuidado personal, otro rubro relevante en el presupuesto de los hogares, también se registraron reducciones en artículos como la pasta dental, el jabón de barra y el champú. La disminución en los precios de estos productos básicos de higiene personal contribuye a equilibrar el impacto de la inflación en otros rubros, aunque estos descensos son menores en comparación con los aumentos registrados en alimentos y servicios esenciales.
Presiones de la inflación en el contexto nacional
A nivel nacional, las presiones inflacionarias parecen estar moderándose. Durante septiembre, el índice de inflación en México se situó en un 4.58%, lo que representa una disminución respecto al 4.99% de agosto. Este descenso en el índice general sugiere que, a nivel nacional, se han comenzado a relajar algunos de los factores que presionaban al alza los precios. Sin embargo, el contraste con la situación en Nuevo León es claro: mientras en otras regiones del país la inflación ha mostrado signos de contención, en el AMM se mantiene en niveles elevados, afectando en mayor medida a los sectores de bajos ingresos.
Este contraste se explica en parte por las dinámicas regionales propias de cada zona. En el caso de Nuevo León, la dependencia de ciertos productos y servicios, así como el comportamiento de los mercados locales, influye en los precios de bienes esenciales, generando un contexto inflacionario más desafiante para los consumidores regiomontanos. El CIE atribuye este fenómeno a factores como la concentración de la industria y la presión en el mercado inmobiliario, que elevan los costos en rubros clave para las familias de la región.
Para enfrentar el reto inflacionario, las autoridades y expertos en economía recomiendan una serie de acciones que van desde la implementación de políticas públicas orientadas a estabilizar los precios hasta la promoción de programas de apoyo para las familias de bajos recursos. Además, el fomento a la producción local de ciertos bienes de consumo y el fortalecimiento de la infraestructura de transporte y distribución podrían contribuir a reducir el impacto de la inflación en la economía regional.